Singularidades metafísicas del espacio tetradimensional

Singularidades metafísicas del espacio tetradimensional

Retomando un viejo artículo científico escrito en el año 1986:

Vivimos en una sociedad en la que lo que viste y da prestigio es la cultura. Los incultos son tachados de ignorantes, analfabrutos, imbeciloides y demás calificativos poco amistosos.

Para combatir la incultura personal e intransferible hay que aprender. Aprender todo tipo de cosas: saber leer en las líneas de la mano, comprender y hablar el batusi, conocer perfectamente el Kama-Sutra, e incluso las feministas pretenden que los hombres sepamos fregar los platos y barrer las camas.

Y el autor de este artículo, captando en los diversos estratos sociales la gran sed de saber que existe, contribuye a la cultura nacional con este artículo de tema muy en boga hoy en día, y en noche: la CUARTA DIMENSIÓN (chim!, pom!). Habiendo cursado sus estudios en los parvularios de Rambouillet y Hozfor, y tras haber obtenido el título del artículo se puso a escribirlo sin más. Y aunque parezca mentira (y lo sea!), el tema de este ensayo no es nada desconocido para el autor, ya que él mismo es un ser de cuatro dimensiones… sí, señores, y si no os lo creéis que baje su padre y lo vea.

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Servidor, presente

¿Qué hay detrás de esta web escatológica? ¿Qué monstruo sulfatado soporta tanta idiotez? La respuesta es fácil, al menos para mí, que me la sé.

Raspberry Pi 3 B, un mini ordenador con un consumo inferior a los 2 watios.

 

 

Esto es lo que hace funcionar toda esta caótica barrabasada hacheteemeliana… Sí, creedme. Un chisme con un tamaño inferior a un paquete de porros y por un precio inferior a 50 €. Aquí tenemos el servidor web.

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De lo absurdo y los tomates


Según el Diccionario esencial Botox Chumino-Español / Español-Chumino, lo absurdo se compone del prefijo ab (próximo en este caso a la preposición de) y surdus («sordo»). La traducción del diccionario sería pues: «Disonante; inútil, inadecuado», es decir, totalmente absurdo.

La filosofía del absurdo establece que los esfuerzos realizados por el ser humano para encontrar el significado absoluto y predeterminado dentro del universo fracasarán finalmente debido a que no existe tal significado (al menos en relación al hombre), caracterizándose así por su escepticismo en torno a los principios universales de la existencia. Por consiguiente, propugna que el significado de la existencia es la creación de un sentido particular, puesto que la vida es insignificante por sí misma, y que la inexistencia de un significado supremo de la vida humana es una situación de gustito y no de desolación, ya que significa que cada mendrugo del género humano es libre para moldear su vida, edificándose su propio porvenir.

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